Miembro de una destacada familia de mercaderes y financieros, Cristóbal de Haro fue uno de los personajes más importantes e influyentes de la sociedad burgalesa en la primera mitad del siglo XVI. Mantuvo relaciones comerciales con las poderosas familias alemanas Függer y Welser, los más importantes banqueros de Europa de aquel momento. Tuvo sedes comerciales en distintas ciudades de la Europa occidental. Establecido en Lisboa hacia 1505, Haro comerciaba con hombres y barcos del norte de España, cuyos productos, principalmente especias, llegaban a Castilla, Flandes e Inglaterra, donde sus hermanos se encargaban de la distribución comercial.
En 1513 figura entre los que “nesta cidade ganham muito dinheiro”, según un documento de la Cámara de Lisboa. Un desafortunado incidente le alejó de Portugal, y junto a Hernando de Magallanes, con el apoyo financiero de los Welser y el político del obispo Juan de Fonseca, proyectó, desde Castilla un viaje a la Especiería por Occidente, a través del Océano Atlántico. Magallanes aportaba su experiencia y Haro y el grupo financiero de Burgos, los medios económicos. Tras la firma de las Capitulaciones de Cristóbal de Haro con el rey Carlos V la expedición se preparó en Sevilla, siendo supervisada por el burgalés Juan de Aranda, oficial de la Casa de la Contratación. De las cinco naves que zarparon en septiembre de 1519 sólo la nao Victoria regresó a Sevilla tras circunnavegar la tierra, el 13 de septiembre de 1522, cargada de especias y con Juan Sebastián Elcano, hombre de Haro, al mando.
Fue factor de la Casa de Contratación de la Especiería de La Coruña y regidor de Burgos. Desarrolló una importante relación con el emperador Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico. Gracias al capital que acumuló como empresario, llegó a ser prestamista del monarca.
Casado con Catalina de Ayala, perteneciente a otra rica familia de comerciantes burgalesa, la de don Gregorio de Ayala, tuvieron nueve hijos: Juan, Diego, Cristóbal, Francisco, Gregorio, Jerónimo, Elena, Luisa y otro del que desconocemos su nombre, y que debió de nacer al poco tiempo de fallecer su padre.
Cristóbal de Haro dotó una capilla en la iglesia de San Lesmes de Burgos, donde está enterrado junto a su mujer, Catalina de Ayala. En el túmulo aparece el escudo de armas que el rey Carlos le concedió en el que figuran las cinco naves, las columnas de Hércules y las especias.
